martes, 28 de febrero de 2012

Ha fucking ha

Por lo que he podido colegir, en internet el 98% de las veces "feminazi" significa "mujer que se siente herida por los chistes sobre abuso sexual y violencia doméstica".

Ja ja. Me parto.

jueves, 16 de febrero de 2012

Epifanía

Despierta, princesa de los hielos,
despierta muy lentamente
para no quebrar tu cristalino equilibrio.
Despierta, levanta la mirada
al cielo de una canción esperanzada
que licúe tu corazón
en una gota de auroras boreales.
Despierta, mi amor,
al tierno abrazo de la primavera que vendrá,
despierta tan delicadamente
como tus alas de hada;
alza tus pies del suelo
y erígete sobre las torres del viento
coronada de estrellas.
Despierta, princesa del Polo
al arpa de tu garganta,
a los ritmos nuevos de tus palabras,
al rumor hosco de un maremoto
a punto de estallar en lágrimas
en tu vientre.
Pues aún no está todo perdido
y tras los tiempos de carestía y tristeza
florecen los mares de tu piel.
Despierta, pluma invernal,
y elévate en el aire helado
lejos del fragor de la envidia,
lejos del cuchillo de los celos,
liviana y pura como el viento del norte.
Despierta, contenida toda belleza
en tus labios azules,
despierta cerrando los ojos
pues lo que has de ver
lo verán tu carne y tu alma,
las caricias de un universo blanco y azul,
los vientos y cuerdas del soplo de los glaciares
quietos,
muy quietos.
Despierta, princesa de la noche,
despierta durmiendo
y sueña los dedos del aire
pulsando las cuerdas de los cielos;
despierta, princesa de luna,
con trémulos músculos abandonados
al cuerpo de las olas
en una cópula dulce e infinita.
Los cometas son la estela de tu aliento.
Despierta, princesa de los hielos,
antes de que la marea rugiente de la vida
lo arrastre todo en un estrépito de cristales.
Despierta, princesa,
pues este instante exquisito
es una perla de eternidad.

Exámenes off. Felis Catus on ^^

domingo, 5 de febrero de 2012

Go study, suckers


Aquí estamos, estudiando en la sala de lectura para el examen de mañana, sumidos en el desfase. El tío sentado delante de mí está agonizando. Literalmente. Puedo ver su expresión de "¿qué he hecho yo para merecer esto?" desde aquí, mientras libra una sangrienta batalla conta el sueño. A veces baraja un manojo de marcadores con términos arqueológicos escritos. Definitivamente vive al límite.
La chica sentada delante de mí se ha mantenido eficientemente despierta hasta ahora sobre unos prolijos apuntes, pero está empezando a pestañear nerviosamente mientas arquea las cejas. Mala señal. Ya van tres veces que se suelta y se vuelve a recoger el pelo. Me pregunto desde qué hora está aquí.
La cansina de clase se pasea por la sala pegando hebra con la gente en voz baja. El primer chico se ha inclinado sobre la mesa con la cabeza entre las manos, una postura que puede significar "estoy totalmente sumergido en las problemáticas de periodización del mundo tartésico" o bien "señor, aparta de mí este cáliz". Desde la ventana se ve otra ventana y una estantería llena de recipientes de cristal; no sé si es una cafetería o un laboratorio.
Al fondo de la sala, Néstor (y es el único) estudia profesionalmente, como es usual. Y yo, que acabo de tomarme un café con leche, estoy aquí recogiendo impresiones irrelevantes en lugar de repasar para el examen de mañana. Otro día más en la facultad.

Escrito el miércoles uno de febrero, entre la una y las dos de la tarde, en la sala de lectura.