martes, 27 de mayo de 2014

El silencio entre dos balas
















Pero ellos no quieren oírlo.
No quieren oírlo.
No quieren oírlo.
Gastarán saliva,
tiempo, espacio
y sangrarán el sufrimiento ajeno,
harán cualquier cosa,
cualquier cosa
con tal de no saber.
Lo negarán todo.
Y esa noche dormirán tranquilos,
muy tranquilos,
porque no han hecho nada,
porque sólo han dicho su opinión,
y eso es bueno,
oh, tan bueno,
ser ellos es maravilloso.
Qué buena debe de ser la vida
cuando la sangre de tus víctimas
sabe a azúcar y a ego
y puedes untarla en tus tostadas
y rellenar con ella esa almohada
sobre la que esta noche duermen
tranquilos, tan tranquilos.
Porque no quieren saber.
"¡Oh, yo no hice nada!"
con los dientes rojos de sangre,
"¡Oh, yo soy un buen hombre!"
sentados en un trono de miembros humanos.
No, no hiciste nada,
y por eso están muertas.
No quieren saber.
No quieren saber.
No quieren saber.


En memoria de las víctimas de la matanza de Santa Bárbara.
Cuando alguien me dice "friendzone", dejo de sentirme segura con esa persona.

sábado, 24 de mayo de 2014

Verano, invierno

-¿Cómo puedo tener los muslos tan calientes y las rodillas tan frías?
-Los muslos son para hacer el amor. Las rodillas son para hincarlas en el estómago de tus enemigos.

martes, 6 de mayo de 2014

Nana


Duerme, duerme, mi niña, que la sombra viene ya, que ya es de noche.
Duerme. Cierra los ojos. Yo estaré aquí. No puede pasarte nada.
Duerme y nunca mires debajo de la cama. No pasa nada. No pasa nada.
Nunca sabrás que mamá también tiene miedo. Sólo duerme. Duerme, que estás a salvo. Duerme, que la noche viene.
No abras los ojos. Sólo duerme.
Duerme. No mires debajo de la cama.
No mires debajo de la cama, mi niña,
no mires,
no mires,
que ya viene.