domingo, 15 de noviembre de 2009

Lo más olvidado del olvido


Sé mucho de ti, aunque nunca nos hemos conocido y aunque tú no sepas quién soy. Sé de ti más de lo que sabría incluso de un compañero de clase con el que no hablara mucho, o de alguno de mis vecinos. Sé cosas que tú nunca me habrías contado y que ahora no puedo olvidar.

Sé que te llamas Lidia y que te tiñes el pelo de negro. Sé que tienes veintipocos y que lo más probable es que no hayas hecho el bachillerato y que a lo mejor ni siquiera has terminado el colegio. Sé que tienes un bolso grande y blanco y un chaleco de plumas dorado y que a partir de esta tarde no tienes móvil. Sé que a tu novio le llaman Perico, que lleva el pelo rapado y que va al gimnasio, y que es mucho más alto y más fuerte que tú.

Sé que tienes una hija y que ayer tu madre la estaba cuidando. Sé que no es de Perico. Sé que él te quiso quitar el móvil porque no soportaba que tus amigos te hicieran perdidas y te mandaran mensajes, y que tú te ocuparas de ellos más que de él. Sé que hoy os habéis peleado por eso y que él ha roto tu móvil delante de tus ojos. Sé que te ha gritado y te ha dicho puta de mierda a un centímetro de tu nariz. Sé que te ha amenazado con reventarte la cabeza y dejarte tirada donde estabas. Lo que no sé es si es tan cobarde como para no cumplirlo o aún más cobarde como para hacerlo.

Sé que hace tres días que debería haberte venido la regla y que no usas anticonceptivos cuando te acuestas con Perico. Sé que lo más probable es que estés embarazada. También sé que no quieres tenerlo, y que sin embargo lo tendrás. Sé que quieres que Perico te deje en paz y que sin embargo cuando has intentado marcharte, llorando, él te ha agarrado por la ropa, por el bolso y por los brazos para no dejarte ir. Sé que te ha abrazado a la fuerza cuando tú ya estabas harta de pelearte y que luego habéis aparecido de la mano delante de vuestros amigos, como si nada. Sé que esto va a acabar mal, pero no puedo decírtelo.

Sé todo eso y no puedo olvidarlo. Sé que nunca olvidaré tu voz llorando y la de él amenazándote. Sé que si no eres estúpida, te has portado como una. Sé que esto es una mierda.

Pienso en todo lo que sé de relaciones destructivas y de vidas vacías y pienso que lo tuyo ya no es eso, es directamente la leche. Pienso en que podrías estar en la universidad o estudiando un módulo o trabajando en algo que te gustara y que podrías estar contenta con tu vida si no hubieras sido tan sumamente imbécil de hacerte madre antes de saber siquiera qué te conviene y qué no. Pienso en tu hija y en su futuro hermanito y siento una lástima inmensa por unos niños que no tienen la culpa de la inmadurez de sus padres y que sin embargo van a pagarla. Pienso en el aborto y me acuerdo de por qué pienso que a veces es una opción piadosa. Pienso que el engendro que llamas novio se merece que le dejes tirado. También pienso en lo que podría hacerte si lo hicieras, y me aterro.

Y hoy estoy jodida, Lidia, porque me has hecho tener ganas de llorar. Porque siento pena por ti y deseo que hubieras tenido una vida mejor. Pero sé que no puedo hacer nada. Y ahora siento que nada de lo que tengo vale, que no importa este asqueroso blog o mis ridículos poemitas, que importan un carajo los libros de mi estantería y la música de mi iPod y mi familia y mis amigos y mi pareja, que mi vida y toda su ridícula pretensión son vomitivas, que todo da igual porque tengo que seguir viviendo en un mundo en el que gente no tan distinta a mí vive unas vidas tan desgraciadas y yo no puedo arreglarlo.

Ahora quisiera rezar y tener fe suficiente para pensar que hay alguna clase de dios y que él lo arreglará si lo deseo de verdad. Sé que no es posible, pero siento que si pierdo la esperanza en que las cosas pueden ser mejores, de alguna forma, de cualquier forma, me moriré como una egoísta. Y repito una y otra vez las oraciones que me enseñaron en mi infancia, sin esperar que me oiga nadie, sólo deseando que la cadencia de su mantra me calme un poco la patada en el culo que tengo en el alma.

Pero hoy, Lidia, ¿sabes?, eso no me funciona.

13 comentarios:

  1. Tia. No tienes que pensar que lo tuyo no vale nada porque los otros sufran. No tienes que pensar que tu eres menos porque no te peguen, o porque otros sean desgraciados. Simplemente has tenido suerte, y ahora te has dado cuenta que es una suerte muy muy frágil, eso es todo. También tú tienes que luchar por mantener esa suerte, porque a tí y a todos se nos puede acabar en cualquier momento.

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  2. Jo-der... cuánta razón llevas.

    Y sí, como dice Neko, todo es cuestión de azar... claro que uno toma sus propias decisiones, pero siempre en base a las opciones que le prepara el destino. Y no siempre existe una opción buena. Qué triste.

    Es horrible que existan casos como este (y de peores, que también los hay), pero yo creo que los que tenemos suerte tendríamos que saber aprovecharla; entre otras cosas, por respeto hacia ellos también. Obvio que lo ideal sería que todo se mejorara; yo siempre digo que ojalá todas las mujeres en el mundo pudieran tener unos preciosos zapatos y un vestido que les iluminara el alma, que ojalá ese fuera el mayor problema que tuvieran que afrontar. Pero no es así, y lo peor de todo es que, con total seguridad, jamás lo será. Por eso, creo que si tienes suerte tienes que apreciarla y disfrutarla; si no lo hicieras, sería cuando realmente estarías siendo egoísta. Sería como despreciar ese bien que tantísima gente no tiene.

    En fin, ya empiezo a desvariar xDD (hoy no tengo un día muy lúcido que digamos)... genial el texto O O... y nada, que creo que me callo ya xD...

    (Por cierto... ¿existe realmente esta chica? Me quedé con esa intriga O o...)

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  3. Yo siempre he pensado que uno tiene lo que atrae por su manera de recorrer la vida, tenemos lo que merecemos...
    esto no implica no poder cambiar, solo hay que despertar y cambiar el rol...
    no sé si me explico...

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  4. Gracias por comentar, chicas. Por cierto, sí, la chica existe de verdad. El domingo pasado todo lo que habéis leído pasó debajo de la ventana de mi salón. Por eso estoy tan jodida estos días. Sé que debo agradecer mi suerte, pero... en fin, cualquier cosa que diga me sonará insulsa. Ojalá que en algún lugar del mundo esté pasando algo bueno que compense ese horrible agujero.

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  5. Joder ya decia que sonaba demasiado personal. Siento que tuvieras que ver semejante espectaculo. Una pregunta... ni cristo movio un dedo,¿Verdad?

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  6. Otra pregunta... la caja de herramientas no la tenias a mano, ¿no?

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  7. Tampoco había nada que hacer. Sólo eran gritos. Si hubieran habido golpes o armas habría llamado a la poli, pero así no había nada que hacer.

    Hm, Neko, para qué la caja de herramientas? En todo caso un cubo de agua helada, no? XD

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  8. No. Aunque algunos lo nieguen, un martillo duele más que un cubo de agua helada :D

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  9. Bah.. te equivocas a -20 grados un cubo de agua helada duele mas.

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  10. ¿Y cómo se consigue un cubo de agua líquida a -20 grados?

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  11. uf con una bomba de vacio, no te lo recomiendo. Pero me referia en estado solido, lo de agua helada era ironico.

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  12. Ah, claaaaaaro... Ahora entiendo la coña.

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  13. Perdon la broma estab un poco fuera de lugar...

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