A veces, la complejidad inabarcable del mundo me agobia. Veo a las personas, veo su infinita riqueza en matices, veo el universo que han creado sobre el planeta y la vida que viven, veo cada objeto, cada ideología, cada año y cada mota de polvo, soy consciente de la inmensa bola de Todo que construye la existencia.
Entonces me ahogo un poco. El mundo es precioso. Hay tanto que conocer, tanto que explorar, tanto por lo que luchar y tantos años por vivir. Pero es agotador verlo todo. Todas esas variantes infinitas... Es maravilloso, pero a veces es demasiado. Y me agobio, porque el Todo es inmenso y soy demasiado petisa como para que todo quepa. Es extenuante pensarlo. Es Todo.
Pero tengo un truco para cuando me pasa esto. Tomo distancia y trato de ver la Tierra, sobre la que vivimos y sobre la que todo lo que nos compone existe, dentro o fuera de nosotros, como una piedrecita cubierta de agua en mitad de un infinito más grande y desconocido. Y me hago a la idea de que, por mucho que para nosotros aquello que hemos creado, modificado o conocido lo signifique todo, en realidad no es gran cosa. La vida es sólo un zumbido imperceptible y en el Universo el sonido no viaja. No tenemos ni idea de lo que hay allá afuera, y vaya que aquello es grande.
Me recuerdo que cuando nos extingamos no va a quedar ni rastro de nuestro paso por la Tierra, y que la Tierra ya no será ningún planeta especial, si no sólo uno más, peculiar como todos, pero uno más. Y que todo aquello que nos desvela y nos rebela y todo aquello que peleamos por ser prácticamente no existe.
Y eso, extrañamente, me tranquiliza.
martes, 13 de octubre de 2009
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
¡Cerda! A mi pensar eso aun me agobia más ¬¬
ResponderEliminarPero seguro que te tranquilizan otras cosas, como... no sé, el sushi empanado o... pensar que pronto es el Salón del Maaaaangaaaaaa!! ^o^ (que por cierto, vas, no?)
ResponderEliminarNi hablar xD. Iria el sabado al desfile de Fidel, pero no tengo presupuesto para pagar 60 pavos y estar un dia... y no tengo ganas de hotel, ni de meterme en un autobus lleno de frikis apestosos.
ResponderEliminarDistanciarte hasta sentirte que lo que te rodea es insignificate te tranquiliza? curioso
ResponderEliminarCómo que no??? Neko por dios no nos abandones!! ¿Dónde fue tu vena friki-apestosa? Voy a ponerme de luto TToTT
ResponderEliminarLa verdad, sí, Tzunki. Estamos rodeados de tanta mierda, de tanta violencia y de tanta sinrazón, que me hace sentir mejor ver que eso no significa nada dentro de una existencia mucho más grande, y que no va a dejar rastro cuando se extinga. Aunque yo me vaya con ella XD
Jamas he sido una friki-apestosa, en todo caso una friki, y no precisamente en el mismo sentido que ellos xD. ¿Te acuerdas de aquello que decias de "me gusta leer manga, pero no me considero otaku"?. Pues eso. Ahora los otakus de Valencia dan peste (incluso de manera no literal). En el resto de sitios no lo sé, no he estado, pero... en fin. Que no.
ResponderEliminarPD: Por cierto, te enseñaré fotos de una sesión que nos han hecho este finde... en cuanto las tenga xD.
Hablando de sesiones de fotos, aún tengo tu corset para la Reina XD
ResponderEliminarPor cierto, con tu amiguete Mr. Bunny justamente estoy haciendo negocios yo para mi grupo de teatro ^^
Pues ve preparando el bolsillo... que no, es broma (más o menos).
ResponderEliminarLos utakus, sin ganas de generalizar dan grima. Pero son los chibi-frikis lo peor, ellos son el cancer del estilo de vida friki.
ResponderEliminarLamento mi ignorancia, puede usted explayarse acerca de estos dos colectivos?
ResponderEliminarPerdon queria decir otakus.
ResponderEliminarEl otro no sabria definirlo, dado que la terminologia es de otra. Pero intentare ser lo mas concreto. Los chibi-frikis (o niñotakus) son estos chavales/as de menos de 17 años que se emocionan asta lo indecible con cada nuevo capitulo, con una obsesion malsana por el yaoi y ser insufriblemte atrapados/pesados.