jueves, 26 de junio de 2014
En el silencio de una madrugada
Monstruo,
monstruo,
sólo funcionas así,
monstruo, monstruo,
cadenas,
silencio,
drogas,
un rajado
grito interior.
¿De quién son esas voces?
Oh, ¿de quién?
Vienen a por ti.
Monstruo.
Monstruo.
Que Dios tenga piedad de ti.
Te caerías
si te dieran la oportunidad,
te caerías tan profundo,
un puñetazo en el corazón
y hasta el fondo que irías.
Nadie preguntaría por ti.
Monstruo,
monstruo,
monstruo eres.
Buenas noches, señora,
y hasta la eternidad.
Escribí esto anoche a las tres de la mañana y hasta el culo de diazepam. Empiezo a preocuparme. Creo que necesito un fin en la vida.
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Todos tenemos en nuestro interior monstruos, y también en el exterior y les queremos decir: "aléjate, desaparece, esfúmate". Una pena que no siempre ocurra así.
ResponderEliminarA veces incluso tengo la impresión de que el monstruo no sólo anida en mi interior, si no que es yo; es la mitad oscura que levanta la cabeza cuando no estoy mirando. Y vivo preguntándome quién acabará poniéndole el bocado a quién.
Eliminarpues si estabas despierta a las 3 a.m. tomando diazepan es que no te funciona y toca cambiar de droga ;)
ResponderEliminarun saludo emtriz, monstruos tenemos todos, hay quien los llama fantasmas o espinas! aprendes a vivir con ellos o luchas contra ellos, elige!
Realmente el diazepam es para una contractura muscular, no para dormir (aunque sí he estado tentada alguna vez de saltarme la prescripción médica y chutármelo para la ansiedad, que me jode bastante de vez en cuando).
EliminarEsta noche en que he descubierto (tardíamente) tu comentario, felizmente el monstruo duerme. Muchas gracias por pasarte ^^