jueves, 31 de octubre de 2013

Una ola que viene


A veces puedo sentirlo venir
como el rumor de una ola que crece,
un músculo de agua que se tensa y revienta
en la línea afilada del rompiente.
A veces puedo sentirlo venir.
Venir como el azul cuando anochece,
venir como el deseo infinito
que devora el cuerpo y la mente,
a veces oigo sus pasos acercarse
y sonrío al golpearme la corriente
telúrica
histérica
inédita
de lo desconocido que pasa a ser consciente.
A veces puedo sentirlo venir
como una rueda que no se detiene,
justo antes de que estallen los núcleos
me brotan rosas en el vientre.
A veces puedo sentirlo venir,
fecundo,
poderoso,
incandescente,
y es la voz incombustible de mi yo
alargando los dedos a lo trascendente.
A veces puedo
sentirlo venir.

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