lunes, 25 de enero de 2010
Infidelis
-¿Crees que acabaremos follando?
La pregunta fue certera y ronca como un tiro, y rompió de golpe la fachada de idílica quietud de aquella tarde. Él la había llevado con los ojos vendados hasta ese parque, le había mostrado las vistas de los árboles y del lago, y de las ridículas barcas con forma de cisne que navegaban entre atónitos cisnes verdaderos. Habían charlado reposadamente de asuntos sin sustancia, disfrutando de la calidez de la tarde de julio. Andaban por los senderos de madera, uno al lado del otro, cortésmente, sin tocarse, sin apenas mirarse. Él debió de intuir que todo aquello no era más que pantomima cuando ella, de repente, empezó a cantar. Esa canción.
Su canción.
Y de súbito, esa pregunta.
-¿Crees que acabaremos follando?
Pero en el fondo él lo esperaba, y los dos lo sabían. No habían acudido a la cita, a escondidas de todos y con un rastro de resentimiento en la piel, para charlar y establecer las primeras bases de una amistad. La amistad lo era todo y no era nada para ellos, y lo sabían desde hacía mucho tiempo. Habían acudido al parque esa tarde sin pensar, olvidándolo todo, saltando sin más, aprovechando el vacío moral que existía en ellos desde que se dijeran adiós tiempo atrás. No era tiempo para las culpas ni los reparos. Las vidas que quedaban fuera del parque, ésas eran de mentira. Pero ahí dentro todo era real.
-¿Crees que acabaremos follando?
Y quizá los dos intuían, quizá los dos sentían al unísono la anticipación en el estómago, el latido grave en los oídos, el escozor deseoso que invadía los laterales de la lengua, los dedos y los pezones, a punto de explotar. Ambos olvidaron todo lo demás y fingieron haber olvidado también su pasado, pretendieron ser personas nuevas, limpias, sin complicaciones. Los dos sabían también que una vez dado el paso todo empezaría a rodar irreversiblemente hacia dios sabe dónde, pero no importaba. Nada les importaba, sólo conseguir inclinarse imperceptiblemente para aspirar el aroma del otro, y dejar que ese olor despertara dentro de ellos instintos que creían dormidos con la furia de un campanazo. Estaban perdidos, siempre lo habían estado, y gozosos.
-¿Crees que acabaremos follando?
Él la miró, parpadeando, los enormes ojos pardos, y ella le devolvió fijamente la mirada por primera vez. Una sonrisa jugueteaba en las comisuras de sus labios, queriendo no salir del todo, el cruel deseo de seducción. Las manos, empero, temblaban.
-No me entiendas mal -continuó ella, una vez evaluado el impacto de la pregunta-. Sé que no debería siquiera pensarlo. También sé que mañana tú volverás con Elizabeth y yo con Narcissus, y no volveremos a mencionar esto a nadie, ni siquiera a nosotros. Pero ¿crees que acabaremos follando? ¿Tú qué crees?
Él se acercó peligrosamente, cerniéndose sobre ella, y acercó tanto sus rostros que sus respiraciones se fundieron y ambos se inundaron del olor de la piel del otro, tan sólo a un espasmo de distancia. La situación no sería sostenible por mucho más tiempo. Las manos exigían a gritos el derecho a tocar, la saliva corría, los cuerpos palpitaban. Los labios se entreabrieron ligeramente, sorbiendo con ansia el aliento del otro.
-Yo creo que no lo podemos evitar, y que no podremos evitarlo mientras vivamos. Hasta nuestro último día.
-¿Hasta nuestro último día?
-Ríete si quieres.
-No me río.
-No importa que lo que somos no tenga nombre. Siempre lo seremos. Eso es lo que pienso. Siempre lo seremos.
Ella sonrió ante esas palabras. Tal vez estaban en su cabeza también antes de que nadie las dijera. Se inclinó levemente hasta que sus pechos rozaron el pecho de él y las narices se acariciaron tímidamente. Hubieran dado hasta la última gota de sangre por un roce de sus labios.
-Entonces, toda la tarde es nuestra.
-Y toda la noche también.
-Sólo por hoy.
-¿Sólo por hoy? -él rió con suavidad y su respiración cosquilleó las mejillas de ella-. Si eso es lo que quieres creer.
-¿No me guardas rencor?
-Nunca. Para mí las cosas no han cambiado contigo. Jamás lo han hecho. Nunca cambiarán.
-No hables de eso.
-No lo diré. Pero tú lo sabes. Y algún día lo admitirás.
-No se lo digas a nadie -bromeó.
-Descuida -replicó él, con una sonrisa traviesa. Lentamente, los dedos se buscaron unos a otros y las manos se entrelazaron, girando y trepando, buscando la cintura, la espalda, el pelo. Boca con boca, ella consiguió hablar una última vez.
-Entonces ¿crees que acabaremos follando?
-Yo creo que nos amaremos por toda la eternidad.
Después a las risas se les acabó el aliento. Nadie en el parque vio nada extraño.
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Huy, me quedé con la intriga de saber qué pasó entre estos dos hace tiempo xDD...
ResponderEliminarY me gustan las historias de amantes, siempre tienen algo de amoral y trágico...
Si algún día nos conocemos, Charlie, te llevaré a tomar té moruno con baklava y te contaré qué pasó ;)
ResponderEliminarpero se lo contaras todo?
ResponderEliminaramor, pasion, sexo, infidelidades, intrigas familiares, he que de aqui sacamos una telenovela. ;)
Belsan, ya te he dicho muchas veces que me flipa tu faceta de escritora, de manera que por no ser cansino me voy a dirigir a los protagonistas de la historia por si acaso leen esto alguna vez:
ResponderEliminarChico, más vale que te la folles, porque si alguna vez Elizabeth se entera de que llevaste a una chavala con los ojos vendaos a un rincón de un parque, cosa que ya has hecho, jamás de los jamases se va a tragar que no hubo trajineo y te vas a quedar sin novia y sin polvo. Y más te vale no haberte casado porque encima te dejará sin un duro...
En cuanto a tí, chica, mejor cálzate al chaval de una vez y date hoy una alegría, que lo vuestro tiene menos futuro que un porro a la puerta de un insti... ¿pero no lo ves? ¡un parque! ¡te venda los ojos, tú accedes sumisamente, y no se le ocurre otra cosa que llevarte a un puto parque!¡Ni mazmorra, ni cadenas, ni mordazas, ni pantalones de cuero sin culera! ¡Este chaval tiene menos espíritu aventurero que un hobbit alimentao a base de batidos de valium! ¿Pero no ves que éste es de los que siempre vuelve con la mujer aunque le trate a patadas? Hale tira, criatura, que con esa inocencia que se gasta el pobre aún tendrás que ponerte en medio cuando Narcissus le sacuda con la mano abierta...
Nchts, juventú... quién la volviera a pillar, cooooño...
Ajiem... mira, Jose... temo que no sabes a quién te estás dirigiendo, porque el muchacho que no la llevó a la mazmorra es cinturón negro de taekwondo XDDDDDDDD
ResponderEliminarAunque en una cosa sí tienes razón, es muy inocente y siempre vuelve. Por eso ella sigue enamorada de él, y lo estará siempre ;)
Por cierto, anónimo, nos conocemos?
ResponderEliminarHuy, ¿basado en hechos reales? ¡Ahora más que nunca quiero saberlo xD!
ResponderEliminar(Te tomo la palabra respecto a lo de la baklava... *w*)
Estaré encantada ^^
ResponderEliminarQué pena que Barcelona me pille tan lejos... Pero no sé, a lo mejor en Pascua me puedo escapar, si las arcas de su graciosa majestad imperial están para esos bollos XD
¿Cómorl?¿Cinturón negro de taekwon...?¡Cielos, ya caigo!¿El mejor amigo? ¿ESE mejor amigo de hace cuatro posts? ¡No jodas, qué planchazo, por Diox! ¿el que deja al superhombre Nietzschiano al nivel evolutivo de un puto lémur?¿el que al acabar de leer el post daban ganas de tener quince años menos y ser mujer o en su defecto un gigoló matador y monosesuarl capaz de hacer cambiar de acera hasta a un veterano de la Legión sólo con una mirada Acero Azul?
ResponderEliminar...collons...
... Chica, qué manera de acaparar... si ya el amante es un prodigio, no quiero ni pensar cómo será Narcissus... XD
Menos mal que estoy acostumbrado a que me partan costillas y total ya no me viene de un par arriba o abajo. Mientras sólo sean las costillas...
Ná, a quién quiero engañar. Si yo hubiera hecho lo mismo. Como que si el corazón se pudiera domar a patadas, todo sería más fácil... (suspiro) ;)
Muy cierto ^^
ResponderEliminarPero no te preocupes, Jose, Narcissus era un gilipollas XDDDDD
Nunca deja de intrigarme la gente, se quiere o se desean la gente pero no se atreven a dar el paso. Pero porque? Temen perder lo que tienen o lo que puden ganar. Quizas la gente no sean solo complejas reacciones bioquimicas... quizas sean algo mas.
ResponderEliminarPerdon por divagar pero estoy frito del tantos trabajos. Suerte en los examenes.
Gracias y al toro, Tzun! Así se anima ^^
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