Ah, Memoria mía,
inveterada pasión por la tragedia.
Tú eras una muchacha regordeta y jodida
que me odiaba desde el rincón donde odiaba a todo el mundo.
Tus ojos eran más góticos que cualquier horror.
Tus senos atragantados eran el graso ariete de tu existencia.
Tenías el cuerpo hinchado de líquidos,
de veneno y sangre,
de agua y de espanto,
y tu carne brillaba y temblaba
túrgida de misterio
como el fruto de la ciencia y el miedo.
Tenías la letra pequeña entonces
y aunque te faltaban las palabras
agarrabas tantas que se te caían de los brazos.
Llenabas las agendas de niñas llorosas
y sangrante poesía.
Odiabas el gris,
cara de los muertos,
y le rajaste la barriga para verlo manchado de sangre.
Sangre por todas partes.
Tu propio sexo sangraba
y ese perverso licor se enquistaba en tu vientre
y te transformaba en un monstruo,
haciendo que tus deseos fueran odio,
intoxicando tu cálida lujuria.
No habías conocido aún el amor.
Nunca echaré de menos a nadie
más que a esa virgen rabiosa y lúbrica
que aullaba a las puertas del Hades.
Aun intocada parías enloquecidos fantasmas.
Y en tu estómago siempre la flor del vértigo,
los ojos clavados en el abismo.
Nada de lo tan cierto y palpable que existe ahora
es tan real como lo imaginabas entonces.
Ah de la Memoria mía,
¿qué ha sido de tu intensidad arrolladora?
La mujer que nació de tus gritos sonríe a la vida,
pero temo que haya quedado estéril.
Tanto dolor y rabia significa la adolescencia?... Ah, nefasta etapa de la vida. Odiosa puerta de desgracias ha un camino lleno de dolor. La vida dicen que es un desafio, que a veces es mas facil morir que vivir. Pero que significado tiene la vida sin sufrir. Lo cual me lleva a una siniestra conclusion: "Somos gilipollas si necesitamos sufrir para madurar"
ResponderEliminarNo lo necesitamos, simplemente pasa. Es tan inevitable como las estaciones. Pero nada vivido es en vano.
ResponderEliminarQué curioso; normalmente no recordamos las malas épocas del pasado de un modo tan vívido y apasionado... es más, yo creo que, por más jodido que hayas estado, con los años miras atrás y esa época tampoco te parece tan mala como la veías entonces. Pero es sólo una teoría mía rara xD.
ResponderEliminarY sí, el sufrimiento nos hace madurar, pero también muchas otras cosas; todo lo que hemos vivido interviene en ese proceso, por eso estoy de acuerdo con lo que dices de que "nada vivido es en vano".
No se yo vuelvo la vista atras y solo veo los malos recuerdos que han forjado mi caracter. Por alguna razon los buenos recuerdos se diluyen y se enborronan... Y eso me aplasta el alma. Es muy triste solo ver las heridas, porque lamer cicatrices es estupido. Pero hay una cosa de esa epoca que lamento haber perdido mas que nada. Y es la ira, diox me impulso a llegar donde me dio la gana a no rendirme a vivir la vida con intensidad. Y ahora me siento apagado, sin metas...
ResponderEliminarComo os envidio ¬¬
Charlotte tiene razón en eso, normalmente uno tiende a recordar sólo lo bueno, pero no es más que un método de autodefensa del cerebro, porque si uno se pasa la vida recordando sólo lo malo el malestar es continuo y uno acaba enfermándose por dentro, se le "aplasta el alma", como dijo Tzunki.
ResponderEliminarYo recuerdo con tanta vividez esa etapa de mi vida porque fue muy intensa y me marcó mucho, y la recuerdo como algo bueno y malo a la vez, algo que me da nostalgia pero que no quisiera vivir de nuevo. El amor y la pérdida, la ira, el deseo contenido, la melancolía y la histeria. Tan deliciosos como una buena vena de ají directa a la lengua XD. Y sin embargo, hay algo de cariño en ese recuerdo, por la loca regordeta y hormonada que fui.
Pero llega un momento en que uno deja de ser un capullo, básicamente porque el capullo se rompe y uno cae al suelo rodando, y le toca volar. Y eso es lo que me pasó a mí ^^
Qué curioso, yo recuerdo mi adolescencia así como en cinemascope. Será porque todas las células que me formaban en aquel momento ya están más tiesas que Disney y han sido muchas veces sustituídas por otras nuevas las cuales, aunque se vayan pasando la memoria de lo que han pasado unas a otras, en el fondo saben que no son las mismas. Ya lo decía el chino ese, nunca hablas dos veces con la misma persona ni te bañas dos veces en el mismo río. Además, ¿Qué sería de una adolescencia sin neuras? ¡Por Crom! ¡Si es la única etapa de la vida en la cual tenerlas está socialmente tolerado!
ResponderEliminar(Lamentablemente a partir de los veinticinco hay mucha gente que continúa teniéndolas, pero en lugar de enfrentarse a ellas de una vez prefiere meterse alcohol a litros por vena y negar que jamás las haya tenido... y es que está mejor visto ser un borracho frustrao que un inmaduro, sea lo que sea lo que signifique eso)
Además, Belsan, ¿tú de verdad fuiste joven alguna vez? Engaamoshombreandayaaaaa... ;)
Belsan me temo pues que yo no he madurado... y por lo que se ve no tengo mucha traza de intentar hacerlo como es debido XD.
ResponderEliminarJajaja. Mas matado Jose que gran verdad. Es mas ayer en clase tocaban enfermedades neurologicas y nos explicaron que geneticamente el mundo se divide en sociopatas y sociopatas adictos a algo. Resumiendo no maduramos nunca. El madurar es una leyenda urbana. Por cierto el de no te bañas dos veces en el mismo rio no era griego? Si fue joven fisiologicamente (o almenos lo aparentaba la ultima vez que nos vimos) por lo que refiere a espiritualmente me parece que nacio asi ^^.
Lo cierto es que Tzunki tiene razón, no se madura nunca. Cuando era pequeña pensaba que, cuando creciera, experimentaría una transformación brutal que me haría invencible, que haría que siempre tuviera razón y que ya no sintiera miedo,indefensión ni tristeza. Ay, los mayores, que nos engañan como a chinos XD. Pero uno crece y envejece, y sigue teniendo miedo y sintiendo dolor, y sufriendo las mismas debilidades de siempre. Somos sólo críos con responsabilidad.
ResponderEliminarPero id a decírselo a mis padres, que siempre utilizan la excusa de mi inmadurez para impedirme tomar decisiones ¬¬